Historia





EL PERRO

La familia de los perros, llamada Canidae, del latín canis, que significa perro, incluye alrededor de 37 especies actuales de las cuales se clasifican en lobos, chacales, zorros, perros salvajes y perros domésticos.

El primer perro doméstico desde hace unos 12 mil años. El lobo es el antepasado detodos los perros domésticos,incluido el Gran Danés, que esmucho más grande que el loboy el Chihuahua, que es muchomás pequeño (derecha).Lasformas externas de estasrazas pueden parecer completamente distintas delas del lobo y entre sí, pero dentro de su piel cada perro siente y se comporta como un lobo.


historia del perro doméstico: (Canis lupus familiaris

Estas dos especies han mantenido un estrecha relación durante miles de años. La evidencia más antigua de esta convivencia se obtuvo en 2008, en la Grotte de Goyet, en Bélgica, donde encontraron un resto de cráneo de un cánido datado en 31 700 años, que presentaba características comunes entre los lobos y los actuales perros domésticos.


Características

Nos fascina su magnífico olfato, sus ganas por jugar, su resistencia y esa increíble habilidad por complacer siempre a su dueño. Es posible encontrar ejemplos de esta relación hombre-perro en muchas culturas. Los aztecas crearon una raza de perro exclusiva denominada xoloitzcuintle, que son alopécicos, es decir, no tienen pelo, y tampoco tienen premolares ni incisivos. Para aztecas y mayas este perro tenía poderes sobrenaturales y era muy valorado como talismán doméstico contra las enfermedades.




EL GATO


Archivo:Egypte louvre 058.jpgLa historia del gato se define sobre todo por la percepción que el hombre tiene del pequeño félido. Se cree que la domesticación del gato comenzó entre el 7.500 y el 7.000 a.C. La visión que el hombre tiene del gato difiere totalmente de una época a otra, yendo desde el Antiguo Egipto, cuando lo veneraban, hasta la Edad Media, cuando los quemaban en las hogueras.


Aunque al macho se le llamaba myeou en el Alto-Egipto, haciendo referencia a la onomatopeya de su maullido, a las hembras las llamaban techau, nombre que han encontrado grabado en muchas tumbas de mujeres. De este término deriva el nombre chaus, que ahora denomina a un gato salvaje de Egipto y de Asia, Felis chaus.
Después se le atribuye el nombre de qato en siríaco. Parece que ésta sea la verdadera raíz del término italiano gatto. Sin embargo hay otros orígenes posibles, sobre todo el adjetivo latino cautus, que significa astuto o agudo, o también el verbo francés guetter en el sentido de espiar, ya que el gato es un animal activo que tiene la vista y el oído siempre alerta. Algunos etimologistas creen que se trata de una fantasía, ya que el uso de la expresión qato se empieza a usar en Egipto varios siglos antes de la aparición del gato en Atenas, ROMA o en la Galia. A pesar de todo no es fácil diferenciar, en los textos antiguos, al gato de otros cazadores de ratas como la marta, la garduña, o la comadreja. Los griegos llaman a los gatos ailouros, que significa «animal que mueve la cola». Este término se conservó para denominar a los amantes de los animales: los ailurofílicos. En la Edad Media, gatti o cattine fella designaban las pieles de gato. En esa época también se usaban otros términos para designar al gato doméstico. Todos empiezan por la palabra latina mus, que significa ratón. Encontramos sobre todo musio, murio, murilegus y muriceps. Estas denominaciones muestran hasta qué punto está intrínsecamente ligado el gato a la caza de ratones.


EL CABALLO


Durante milenios, el caballo no fue más que una pieza de caza para servir de alimento al hombre

prehistórico. Su velocidad de galope no permitía abatirle fácilmente con los medios rudimentarios
de entonces.


Pero más tarde la astucia y las emboscadas preparadas por el hombre permitieron hacerse de las manadas de caballos que caían bajo los certeros golpes de los cazadores. Después sobrevino un período de calma, porque el hombre nómada se volvió sedentario, pastor y agricultor, y el caballo, más libre, sufrió una transformación, y por razones inexplicables las manadas disminuyeron, aunque las condiciones de vida debían haber mejorado.


En la edad de bronce el hombre se percató de que el caballo podría convertirse en un elemento utilitario y no sólo como alimento. El caballo empezó a emplearse como elemento de trabajo. En la historia de la humanidad, el caballo se convirtió en pieza vital de una nueva era. Según todos los indicios, el caballo no tuvo su origen en Europa, sino que fue importado de alguna apartada región oriental para su utilización doméstica. 


Todo apunta a que fue el autor ateniense Jenofonte, nacido en el año 440. A.C. en el seno de una familia aristocrática y alumno predilecto de Sócrates quien escribió la primera manifestación sobre el "arte ecuestre". No solo escribió acerca del caballo, sino que extendió su estudio al jinete, a la caballería y al mando de la misma en su acción colectiva.





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